Mi historia
De pequeño era muy tímido, introvertido y sensible. Mi percepción del mundo era el de un lugar violento y sin compasión. Quizás porque en mi entorno fui diana de insultos y malos tratos, sintiéndome rechazado, incomprendido, frustrado, y muy solo.
A los 27 años me diagnosticaron miastenia gravis, una enfermedad degenerativa, poco común y sin cura conocida. Sus consecuencias principales son la fatiga y el deterioro muscular. Mi pronóstico fue que terminaría incapacitado en una cama, hasta que mis sistemas nervioso y respiratorio se paralizaran por completo.
Hundido emocional y anímicamente, pasaron por mi cabeza ideas de suicidio. Hasta que una mañana al despertar, surgió en mí un sentimiento de cambio y me agarré a él con las pocas fuerzas que me quedaban.
Tenía que haber otras alternativas.

En mi camino conocí a una gran sanadora y vidente, con la que llegué a experimentar mejoras significativas en mi estado de salud. Mi curiosidad por la espiritualidad empezó a crecer y seguí investigando.
Leí un sin fin de libros, acudí a maestros y sanadores de todo tipo. Realicé numerosos cursos y talleres.
Gracias a todo este compendio espiritual, y la práctica diaria de técnicas energéticas y de meditación me llevaron a un comienzo en una apertura de conciencia mayor. Logré aceptar mi situación, tomé acción y dejé el papel de víctima que tanto me estaba perjudicando.
Comprendí el mal uso que hacia de mi mente y de mi energía.
Ahora puedo decir que soy otra persona, he superado al 100% los síntomas de la enfermedad y solo queda en mí como un aprendizaje de vida.
He conseguido alcanzar un equilibrio pleno entre mi cuerpo, mente y emociones. Me siento feliz, conectado con mi Ser y mi Alma. Estoy convencido de que tú también puedes lograrlo.